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"Podemos soñar con una ciudad en la que abunden los espacios verdes, limpios y agradables, en donde nuestra intervención sea para favorecer la prosperidad de la vida en su forma natural. Una ciudad con lugares que valen mucho para todos por su oferta de vida, paisaje, conocimiento y alegría. Santuarios de Fauna y Flora en donde se respeta y se preserva la vida silvestre pensando que, de igual manera, la nuestra puede ser mejor."
Esta página es el resultado de un esfuerzo por dar a conocer la fauna y flora más representativa de los humedales de la sabana de Bogotá. Hace tres décadas los humedales se llamaban pantanos o como le decían los nativos "Chúcuas". Hubo una época en la historia de la ciudad en que estos lugares eran considerados zonas disponibles para rellenar y construir nuevas urbanizaciones, así muchos desaparecieron. Hace sólo 30 años habían 50.000 hectáreas de humedales en el área urbana y hoy sólo nos quedan 800 hectáreas. Aun no es tarde, afortunadamente se ha rescatado su importancia y se busca su recuperación como espacios verdes en donde prospere la vida silvestre en medio de la ciudad. Por ahora algunos humedales están inundados de aguas residuales y desechos, y constituyen un riesgo para la salud de los habitantes de zonas aledañas. Sin embargo, si se sanean adecuadamente pueden servir de reservas de agua dulce, cuando dentro de veinte o treinta años los páramos, que hoy surten de agua a la ciudad, no den abasto para la futura demanda de agua de los bogotanos.
El Humedal de la Conejera se ubica en la localidad de Suba. Las gentes que viven a su alrededor reconocen su valor y han aprendido a cuidarlo. En nuestra Escuela, que tambien es de la localidad, hemos decidido que parte del estudio de las Ciencias Naturales y la Educación Ambiental sean dedicados a conocer el humedal, su valor ecológico y sus problemas. De todo esto han surgido acciones prácticas de la comunidad educativa que favorecen su recuperación. Los niños y nosotros los maestros hemos cambiado algo nuestra actitud frente al humedal , por lo menos ya no somos indiferentes.
Buchón Cucharita (Limnobium laevigatum)
Fotografía tomada en marzo de 1999 |
Pertenece a la familia Hidrocaritáceas. Es una especie muy frecuente en los humedales bogotanos y en todo tipo de chambas, estanques y canales de tierra fria. Sus hojas se asemejan a una cuchara, de ahí su nombre vulgar, están provistas de un tejido esponjoso que funciona como un perfecto flotador. Se propaga de dos formas, por semillas y por estolones. En el extremo de cada estolón se desarrolla una nueva planta y así en breve tiempo logran la cobertura de extensas áreas de la superficie del agua. Esta planta se halla distribuida en el continente desde México hasta el Perú. Su utilidad radica en que vitaliza las aguas de suerte que donde ella crece se desarrollan muy bien los pececillos nativos de los ríos y quebradas del altiplano tales como las aguapuchas y los capitanes. Sirve de alimento a las aves acuáticas especialmente a la tingua moteada. El ganado se acostumbra a comer buchón cuando escasea el pasto. De las lagunas se puede recoger el buchón en grandes cantidades para hacer abonos orgánicos de muy buena calidad. |
Carretón de agua (Marsilia quadrifolia)
Originaria de Norteamérica, pertenece a las Marsiliaceas, una familia de helechos acuáticos de los humedales. Arraigadas en el fondo o en el suelo saturado de agua, con el tallo horizontal y dorsiventral, que desarrolla en la parte superior dos hileras de hojas de largos peciolos, y en la cara inferior raíces. En las hojas se encuentran estructuras portadoras de soros, en cuyo interior están las esporas, estos se abren al madurar. El resto de la hoja, de forma redondeada, presenta de 2 a 4 lóbulos. Este helecho se usa mucho en estanques y acuarios. Son muy abundantes en los humedales de Bogotá. En el humedal de la Conejera forma extensas manchas de verde claro sobre los espejos de agua. |
No es propiamente un junco, pertenece a la familia Cyperáceas. Común en los ambientes saturados de agua. Dominan en el paisaje del humedal de la conejera, de otros humedales y de las riberas fangosas del río Bogotá. Son plantas perennes. Tienen un rizoma o tallo subterráneo muy robusto con el que se anclan firmemente al suelo blando del pantano y desarrollan alli una red de la que brotan los largos tallos aéreos cilíndricos y erguidos de verde intenso que se arquean. En el extremo de los tallos producen una pequeña espiga de color café con granos que sirven de alimento a varias especies de pájaros, entre ellos el toche de laguna o monjita. Las cañas del junco se usaban para la fabricación de esteras. Al desaparecer estos juncos, los restos vegetales con el tiempo (millones de años) contribuyen a la formación de las llamadas turberas, una especie de suelo negro con alto contenido de materia orgánica que se cree es precursor del carbón mineral o carbón de piedra. |
El botoncillo es una planta común en los pantanos fríos de Sur y Centroamérica. Pertenece a la familia de las compuestas, subfamilia Asteráceas. En Cundinamarca (Colombia) tiene varios nombres vulgares: chipaca, misiquia, duarte, etc. Crece en charcas y todo tipo de cuerpos de agua de poca profundidad. Clava sus raíces en el suelo lodoso y sus tallos y hojas emergen a la superficie. Sus flores amarillas como pequeños girasoles acuáticos le dan a los humedales incomparable belleza. Por su apariencia de planta terrestre suele confundir a incautos caminantes quienes caen al lodazal confiados de que es tierra firme. |
GUALOLA O ENVIDIA ( Polygonum segeta)
Pertenece a la familia
de las poligonáceas, es una hierba que se ha hecho muy
común en el Altiplano Cundiboyacence. Crece bien en
terrenos muy húmedos y encharcados por eso es común en
los bordes de los pantanos y de las chambas de la Sabana
de Bogotá. El nombre de este género de plantas viene de la voz griega polygonum que significa multirodillonas y se refiere a los nudos abultados semejantes a rodillas que tienen en los tallos. La fotografia de la ilustración fue tomada en la zona 1 del humedal de la conejera en Marzo de 1999. Por la belleza de sus flores rosadas es planta ornamental, responde bien a los cuidados pero requiere riegos continuos. Se le acusa como huésped intermediario del gusano de la papa. Crea ambientes apropiados para el desarrollo de la vida acuática, favorece el desarrollo de las ranas, peces, planarias, caracoles, etc. |
Profesor Jairo Napoleón Molina
Centro Educativo Distrital Simón Bolivar J.T.
Santa Fe de Bogotá, Colombia de correo electrónico:
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